
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio un golpe fuerte al grupo que comanda Omar Ortega Álvarez, el coordinador de los diputados locales del PRD, dejando en claro que en su momento tomó decisiones autoritarias, por encima de lo que marca la normatividad.
Y es que el TEPJF revocó la sentencia del tribunal local que dejó fuera a Cristian Campuzano Martínez, de la presidencia de la Dirección Ejecutiva Estatal (dirigencia), luego de que por capricho, Ortega se juntó con quienes antes eran sus enemigos como Héctor Bautista, para desconocer acuerdos y montar al frente del perredismo a su colaborador Agustin Barrera.
Esto le ha permitido ejecutar las acciones que esta llevando a cabo, promocionarse como aspirante a la candidatura a gobernador, mientras en realidad representa a un partido con una gran debilidad interna y falta de unidad.
Por ello la resolución referida le explota en la cara en un momento clave donde las dirigencias estatales de PRI y PAN le hacen el caldo gordo, por amistad, mas que por rentabilidad electoral, porque no hay métodos claros para hablar de coalición para la Gubernatura.
Claro, Omar Ortega y sus aliados en el CEN pueden maniobrar para no entregar la dirigencia pero han quedado evidenciados por sus prácticas irregulares y se confirma que el PRD mexiquense enfrenta una gran crisis interna que será difícil ocultar con foritos.
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