Ante la complicada situación que atraviesa el ex presidente de México Enrique Peña Nieto, por la denuncia que presentó en su contra la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ante la Fiscalía General de la República (FGR) por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Surgen diversos cuestionamientos entre la clase política mexiquense y es que el parentesco familiar de Alfredo del Mazo actual gobernador del Edoméx y Enrique Peña Nieto, ha generado dudas entre los mismos priistas, ya que Alfredo Del Mazo podría negociar la próxima gubernatura del Estado de México en el 2023 con Morena, para salvar a su primo de comprobarse culpable.
Lo cual coloca al PRI en una situación complicada ya que si pierde las elecciones del Estado de México, quedará sepultado.
El Estado de México es el bastión final del antiguo Partido Revolucionario Institucional, por su peso electoral, por su riqueza material y por su tradición priista.
Una pregunta clave para pensar las elecciones mexiquenses es si el pacto de impunidad de Enrique Peña Nieto con López Obrador incluyó entregarle también el poder en su Entidad mexiquense y sobre todo si su primo Alfredo del Mazo, lo permitirá.
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