
Con los sistemáticos tropiezos del actual alcalde Ricardo Núñez Ayala, a quien ya le hicieron creer que puede reelegirse su equipo de asesores y uno que otro comentario de su gris equipo de comunicación social; la derrota de Morena está predestinada a hacer su debut y despedida en Cuautitlán Izcalli.
No obstante, es de reconocer que la fortaleza y la tendencia de este partido político sigue vigente en otros municipios mexiquenses; en Cuautitlán Izcalli la percepción ciudadana al actual gobierno municipal es de casi total desaprobación (70.2 por ciento), reflejada en la reciente consulta de la empresa Mitofksy, en la que Ricardo Núñez aparece en el lugar 84 de 100 alcaldías consultadas en todo México; situación que pone al borde del abismo al morenismo izcallense.
Aunado a ello, la división interna que prevalece en el Movimiento de Regeneración Nacional en Cuautitlán Izcalli, con el marcado pleito entre las corriente de los “Puros”, encabezados por Daniel Serrano por los Grupos de Acción Política (GAP), liderados por Higinio Martínez, es evidente que no se llegue a un acuerdo para sacar de ahí a la o al candidato de Morena para la próxima alcaldía.
Los motivos son más que claros; Daniel Serrano, líder de los Puros, quiere ser el candidato aunque no es de Izcalli y sus competidores de ese grupo, el ex diputado Marco Antonio Ramírez que pasó su gestión legislativa desapercibida y se suma la joven Xochitl Zagal, quien dejó su cargo como diputada federal por el que fue electa para tres años, por sus compromisos partidistas ahora como Secretaria de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena; dejando con un palmo de narices las expectativas de los que votaron por ella.
Por el lado del GAP, el Senador Higinio Martínez no tiene grandes cartas; porque sus «gallos» le han salido poco eficientes en el ruedo del “palenque” gubernamental de Cuautitlán Izcalli y de sus posibles aliados los del PT, Claudia Domínguez ya tiene pleito casado con todos sus “padrinos” comenzando con Armando Bautista quien sigue insistiendo en ser el ungido, aún a sabiendas de que su partido sólo aportó una mínima cantidad de sufragios, que solamente le alcanzaron para salvar su registro pero no para ganar esos históricos comicios y los del PES, ni hablar, simplemente ya no existe ese instituto político.
Sin embargo, no todo está perdido para Morena, porque aún con todo lo que se le ha venido encima (pandemia, crisis, inseguridad, economía y otros temas) a nivel nacional sigue contando con la preferencia ciudadana; por lo que sino pasa otra cosa, seguramente se repetirá el efecto del 2018 en algunos municipios; pero la diferencia ahora será en que en 2021 la gente sí tomará en cuenta al candidato local.
En ese escenario, sin duda la figura del candidato externo tendrá mucho que ver para que gane o no Morena; por lo que en Cuautitlán Izcalli es más que claro que el candidato saldrá de ese método, tan es así que tanto en el interior de ese partido como en los corrillos políticos ya suena fuertemente el nombre de un ciudadano, que además de ser oriundo de Cuautitlán Izcalli, ha demostrado con hechos que sí está realmente comprometido por el bienestar de sus vecinos; además de ser factor de unidad de todos los sectores, porque simplemente no está peleado con nadie y tiene muy buena relación con todos los partidos políticos, lo que sin duda además de sumar, debilita y divide las estructuras existentes de los partidos opositores.
Únete a la conversación